zondag 14 augustus 2005

La divinidad de la sequía en Francia

Cessenon sur Orb (Francia), Domingo, 14 de Agosto 2005

Francia sufre por una sequía prolongada. Ya 67 departementos han proclamado restricciones en el uso de agua para fines privados como regar su jardín o lavar su coche. La comparan con la sequía notoria del año 1976, aunque hay más lluvia ahora. Portugal y España también sufren y dicen que sea el peor después 60 años. Es un fenómeno meteorológico, claro, y por eso rezar a los dioses fue el último recurso. Pero ahora se descubren publicamente que "le météo" es sólo parte del problema.

Aquí en Francia, como en Portugal y España, hay voces que 'explican' este fenómeno con menos 'divinidad'. Esas se refieren al sistema de gerencia y a las prioridades antiguas que impiden la optimalización del uso. En España y Portugal los derechos especiales de los propietarios son generalmente el problema, como en Surafrica durante el Apartheid. Hoy día todo el agua en Surafrica es propiedad del Estado que decide lo que es la aplicación optimal punto de vista económico o cultural, después los derechos intocables para las familias --incluido su jardín propio-- están satisfechos. Con esto, Surafrica tiene unas leyes más avenzadas del mundo en esta materia.

En Francia, todo agua es en las manos del estado ya hace más que doscientos años, y la distribución es en la mano de 'Agencias' por cada red fluvial bajo control del gobierno. Así las condiciones son favorables. Sin embargo la Unión de Consumidores hace claro que hay tantas "curiosidades" en la política de la distribución, que las restricciones para las familias son una farsa, y el sistema es contra-productivo.

La financiación de las Agencias se hace por contribución de los usarios. Así pagan los explotadores agrícolas 1% de los gastos, las familias 82% y la industría 17%. Al contrario, la agricultura usa 68%, el agua potable usa 24%, la industría 5% y la energía 3%. Claro que es una "subvención silenciosa" para la agricultura.

Más de esto, la cuota de la agricultura durante los meses más críticos del verano crece hasta 80%. La culpa es el aumento de la irrigación intensiva. Especialmente la cultura del maíz, que necesita 450 litros por un kilo, es criticada. En 1970 sólo 0,8 million hectárea fueren irrigados, mientras en 2000 2,63 million de hectárea, y esta cifra es creciendo rapidamente porque la maquinaria técnica se hice más barata. ¡Y el agua casi gratis!

Los agriculturas repliquen que un kilo de trigo cuesta 590 litros, pero esta necesidad no se concentra tanto en los meses más críticos del verano como la del maíz, y por eso no es tanto al centro de las críticas.

Hasta ahora, Francia se crecía afuera de la "guerra de agua", que está comenziendo por todo el mundo. La Unión de Consumidores está rompiendo este mito. Un mito bien guardado por los que se aprovechaban del secreto que no fueron ellos los culpables, pero los dioses.

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