San Sebastián de La Gomera, Domingo, 30 de Octubre 2005
Cuando llegué, en Miércoles pasado, al aeropuerto Reina Sofia de nuestra isla vecina, Tenerife, la primera que me sorprendió fue el aire puro. Eso se explica 'facilmente' por su contrasto con los aires sucios y los olores artificiales del avion, del aeropuerto, de Barcelona y de los otros nudos del tráfico que había atravesado las 36 horas anteriores.
En la próxima etapa, con el barco a La Gomera, ya me di cuenta que fue más que solo la ausencia de olores males. Reconicí positivamente unos olores únicos de esta situación. Mi memoria comenzaba a trabajar y producía más y más asociaciones y imágenes. Pero solo durante el paseo que me di antes de irme a la cama, la riqueza de los olores de la isla me abrumaba.
Desgraciadamente, no hay posibilidad de fijar los olores para que otros pueden experimentar estas sensaciones, pero el próxima mañana, unos imagenes provocaban sensaciones similares. Eso podía documentar con unas fotos.
Aquí unas fotos del primer día.
En mi blog Francés vas a ver otras fotos de lo que me soltó a la vista el primer día.
Echaba mucho de menos el sol llevándose sobre el mar en Cessenon sur Orb
El Pico de Teide, la cumbre más alta de toda España (3718m) a una distancia unos 50 kilometros se mostró sin nubes, solo con las nubes alisias inevitables.
Entre la ciudad baja y la ciudad alta hay 80m y más que cuatro cientos escalones a subir.
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