zondag 8 mei 2005

Günther Grass

San Sebastián de La Gomera, Domingo, 8 de Mayo 2005

¿De qué hablaban los periódicos europeos esta semana?

Hay mucho sobre "La Liberación" hace 60 años y la derrota final de Alemania el 8 de Mayo 1945. Günther Grass, que tenía 17 años en aquel entonces, fue soldado, y se encontraba en hospital con una bala y un casco de granado en su cuerpo. Ahora, como escritor famoso, escribió un largo articulo para memorizar el desarrollo de Europa desde 1945, pero confiesa también que hasta el momento de la derrota, él, como chico ingenuo, fue firmamente convencido de que la victoria final tuviera Alemania. Este artículo aparació también en New York Times de ayer y en el suplemento dominical de El País.

No lo vi en Le Monde. Los Franceses tienen otras memorias y preocupaciones de este día. Es el día del gran masacre en Algeria por el regimen colonial con 15 a 20 mil víctimas. Desde hace un par de años solamente, su pasado colonial (tan sanglante y cruel) comience a ser discutible. Fue unos de los grandes tabús públicos, así como su papel en la invención y la deseminación de los métodos de la tortura moderna.

El artículo de Grass dice, que mientras los otros poderes Europeos se podían liberar de sus pasados coloniales, Alemania, a no ser un poder colonial, todavía tiene en su espalda su culpa de ser originator de la Guerra Mundial II.

No creo que es correcto por completo. Los Franceses --por lo menos-- se encuentran al medio de un catarsis por su pasado colonial. La inculpación que sienten los Alemanes es por lo demás una visión desde su interior. Desde el exterior, hay mucho respeto para los resultados de su posguerra, no solamente en su economía, pero aun más por sus realizaciónes con su democracía. Cuando Grass dice que Alemania todavía no es bastante democrático, aplico yo mi definición propio que dice que lo más democráticos son los países que creen que no son bastante democráticos.

La preocupación Español actual --punto de vista democracía-- es la ley sobre el matrimonio homosexual. La ley ha pasado el Congreso y se encuentra en el Senado. Pero la Conferencia Episcopal de la Iglesia hizo ayer un llamamiento a alcaldes, concejales, jueces y funcionarios para que se opongan a los matrimonios homosexuales mediante la objeción de consciencia. Hay reaccións diversas:

--"Nuestra sociedad democrática garantiza la libertad de expresión de todos, pero en la Iglesia otros dicen que sea mi consciencia", dice una Carta al Director, "Eso no acepto, mi consciencia es mío !Basta!".

--"Es inconstitucional solicitar desobedecer la ley", escribe otro.

--"Quien decide sobre las formas de matrimonia civil, que no es religioso, es el Parlamento", deja saber la vicepresidenta del Ejecutivo.

Pero otros creen que España es bastante democrático, incluso demasiado.

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