zondag 15 mei 2005

Viajar por Europa

San Sebastián de La Gomera, Domingo, 15 de Mayo 2005

Esta semana fue muy divertido, aunque generalmente no me falta diversión ;-0

Mis corresponsales-de-hecho en Iquique fueron muy activas. Nelly presentó un informe sobre la toma de la universidad Arturo Prat, y comentaba otros eventos como de nuestro Papa que habla con los gatos, y de Lavín que --buscando más credibilidad-- la perdió. María Pilar me advirtió --dándome un link-- sobre las 'confessiones' sorprendidas de Contreras, y por eso podía incluirlo en mi diario el día siguiente. ¡Gracias, gracias! Con esto me siento todavía vinculado con Iquique, y no debo vivir sólo de mis recuerdos.

En este lado del océano también vivía sorpresas cuando estaba preparando mi viaje al Norte. Primero a Bruselas y a Holanda para pasar unas días con mi familia. De siguiente vuelvo al sur de Francia para pasar el verano. Normalmente compro un billete barato directamente de Tenerife a Bruselas, pero esta vez ¡No hay!

La novedad de los últimos años en Europa son los billetes super-baratos, pero son también 'aventurosos'. Parecen a veces una lotería.

Para comenzar compré un billete de 50 euros de Tenerife a Barcelona, contando con un billete super-barato desde Barcelona a Bruselas de 19 euros. Pero de repente cambiaron los reglos del juego. Aumentaron el precio a 60 euros --que no fue malo tampoco-- pero finalmente no ofrecían billetes que los de precios normales. (300 euros al mínimo)

Continuaba por tren y reservé con RENFE --el sistema ferroviaria español-- una cama "oferta" de 50 euros en el 'Trenhotel Joan Miró' de Barcelona a Paris. Para el día siguiente compré de SNCF --el sistema ferroviaria francés-- un billete de Paris a Bruselas por la tarde.

El punto débil de estas compras por Internet es el entrego de los billetes. El RENFE solamente acepta que vengas buscar y pagar tu billete reservado dentro de 72 horas en un estación de ferrocarriles. Pero, ¡No hay RENFE por aquí en las Islas! El SNCF los envia gratuitamente por correos, pero solamente en un dirección en Francia. ¿Cómo hacerlo?

Llamé a Xaví en Barcelona para pedirle comprarlo para mi al estación y adelantar el dinero. Graciadamente fue en su casa y este lunes 23 de Mayo vamos almorzar juntos antes de despedirnos. Llamé a Marguerite a Paris para prestarme su buzón de correos para satisfacer los exigencias del SNCF. ¡También con exito! Vamos almorzar antes de que subir al bordo del TGV a Bruselas para cenar con Ghislaine.

¿Qué parece de esta manera de viajar? Sin los aventurosos billetes super-baratos habría descuidado una vez más a mis amigos, y habría viajado tristemente solo.

Gabriela lo llamaría "viajar de pelicula".
¡Viva los billetes super-baratos!

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