zondag 5 juni 2005

Volver a la vida contemplativa

Cessenon sur Orb, Domingo 5 de Junio 2005

Mi gira europea de finalizó esta semana con tres días más completando así mi plan de viaje de diez días. Llegué el miércoles por la tarde en Cessenon sur Orb, la destinación final [a menos por los cuatro meses a venir]. Albert me buscó a la estación ferrocarril de Béziers cuando llegué con el TGV de París.

Los últimos días de mi gira habían pasado bien. En Eindhoven pasaba con Ghislaine la tarde yendo de compras al centro de la ciudad. No comprabamos mucho, pero mirando los escaparates, cuando hay tiempo ensoleado, y acompañada por su querida, es un placer por su mismo. Somos bibliófilos ambos y pasaban buen tiempo en librerías para ver y discutir las novedades. Inspirado por un artículo en Babelia, el suplemento literario de El País, compré la nueva traducción de Don Quijote en neerlandés. Este artículo discutaba la cualidad y las características de unas traducciones en diversas idiomas. Esta de Barber van de Pol en neerlandés destacó por su tranformación de alta cualidad del antiguo español en neerlandés actual lo que --como dicho Babelia-- falta incluso en español.

Hablando con el librero, aprendí de una nueva biografía de Miguel de Cervantes, también de una cualidad excepcional [según el librero]. La compré --y ya pasaba unas horas felices con-- No ordinary man. The life and times of Miguel de Cervantes por Donald P. McCoy. He decido de leer esta biografía antes de leer la traducción de Barber van de Pol para más entender el contexto histórico de la novela.

Aquí, en Francia, en nuestra casita, estoy adaptándome poco a poco a una vida sedentaria para los cuatro meses a venir. Estar de dueño de una casita con jardín me dará unas obligaciones muy diferentes de las de los últimos meses. Hay otras cosas que leer y escribir solamente. Hay pequeñas reparaciones y arreglos que hacer en la casa, pero sobre todo hay el jardín que fue casi descuidado durante ocho meses.

Graciadamente no fue descuidado por completo este año. Antes debí perfilar el seto como trabajo más importante durante mi estancia anual. Tenemos un seto muy grande (¡700 metros cuadros a cortar!) y muy espinoso (maldito ¡espino de fuego!). Pero este año, por primera vez, la gente que me prometían cada otoño --a veces solemnamente-- de perfilarlo por el invierno durante mi ausencia, no faltaron a su palabra. Eso me da más tiempo para plantar flores de verano y otros trabajitos del jardin que son más agradables que perfilar este seto espinoso.

Pero los últimos días de la semana pasada no fueron muy productivos. Necesité descanso y tiempo de adaptación. La vida irregular y agitado de la gira europea con muchos encuentros personales se reemplaza de nuevo por un estilo de vida contemplativa y estudiosa.

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